El pan de leche es uno de esos clásicos que nunca pasan de moda. Su textura suave y esponjosa, junto con su sabor delicado, lo convierten en el acompañamiento perfecto para cualquier comida, o incluso como un delicioso bocadillo por sí solo. Esta receta te guiará para que puedas hacer en casa un pan de leche tan tierno y sabroso que no querrás volver a comprarlo en la panadería.
Ingredientes
Para la masa:
- Harina común: 360 g (3 tazas)
- Leche: 200 ml (1 taza), tibia
- Huevo: 1 (50 g)
- Azúcar: 45 g (3 cucharadas)
- Levadura seca: 4 g (1 cucharadita)
- Sal: 4 g (⅔ cucharadita)
- Mantequilla sin sal: 45 g (3 cucharadas), ablandada
Para la superficie:
- Huevo: 1, batido (para pincelar)
Instrucciones paso a paso
1. Preparación de la masa
Comienza preparando la masa, que es el corazón de este pan esponjoso. En un tazón grande, combina la harina común (360 g), el azúcar (45 g), la levadura seca (4 g) y la sal (4 g). Mezcla bien estos ingredientes secos para asegurarte de que la levadura y la sal se distribuyan de manera uniforme. Esto es crucial para que el pan crezca de manera uniforme y tenga una textura homogénea.
Calienta la leche (200 ml) hasta que esté tibia. Este paso es importante ya que la temperatura de la leche puede afectar la actividad de la levadura. Si está demasiado caliente, puede matar la levadura; si está demasiado fría, puede ralentizar la fermentación. Unos 30-40 segundos en el microondas o calentarla suavemente en la estufa debería ser suficiente. La leche debe estar tibia al tacto, pero no caliente.
Agrega la leche tibia y el huevo (50 g) a los ingredientes secos. Mezcla hasta que se empiece a formar una masa. Si tienes una batidora de pie con gancho para masa, úsala a baja velocidad para combinar los ingredientes. Este paso inicial es crucial para asegurar una buena integración de todos los ingredientes.
2. Amasado de la masa
Amasa la masa sobre una superficie ligeramente enharinada o en la batidora de pie durante unos 10 minutos. El objetivo es obtener una masa suave y elástica. El amasado adecuado desarrolla el gluten en la harina, lo que le da al pan su estructura y textura característica.
Incorpora la mantequilla sin sal ablandada (45 g) a la masa. Este paso puede parecer un reto, ya que al principio la mantequilla hará que la masa se vea pegajosa y desordenada. Sin embargo, continúa amasando, y verás cómo la mantequilla se absorbe completamente, dejando la masa suave, brillante y flexible. Este paso adicional de amasado puede llevar entre 5 y 10 minutos más, pero es esencial para lograr la textura esponjosa y rica del pan de leche.
Coloca la masa en un bol ligeramente engrasado, cúbrela con un paño húmedo o film transparente y déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora o hasta que haya duplicado su tamaño. Este primer reposo permite que la masa fermente, desarrollando sabor y estructura.
3. Formación del pan
Una vez que la masa haya subido, golpéala suavemente para que suelte el aire. Este proceso, conocido como “desgasificación”, ayuda a evitar grandes bolsas de aire en el pan, asegurando una textura uniforme.
Divide la masa en 6 porciones iguales. Esto puede hacerse a ojo, pero para mayor precisión, puedes usar una balanza de cocina. Enrolla cada porción en una cuerda larga de unos 30 cm (12 pulgadas) de largo. Si prefieres una forma diferente, puedes enrollar las porciones de masa en bolas, lo que también le dará una presentación encantadora al pan.
Trenza las cuerdas para formar un pan trenzado. Esta técnica no solo es decorativa, sino que también ayuda a que el pan se hornee de manera uniforme. Alternativamente, coloca las bolas de masa en un molde para pan engrasado para un pan desmoldable, que es más fácil de cortar y servir.
4. Segundo reposo
Coloca el pan trenzado o las bolas de masa dispuestas en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Cúbrelo con un paño húmedo o film transparente y déjalo reposar nuevamente en un lugar cálido durante aproximadamente 30-40 minutos o hasta que haya duplicado su tamaño. Este segundo reposo es esencial para asegurar que el pan tenga una miga ligera y aireada.
5. Preparación del pan para hornear
Precalienta el horno a 180 °C (350 °F). Es importante que el horno esté bien precalentado antes de introducir el pan, para asegurar una cocción uniforme.
Pincela la superficie del pan con el huevo batido para darle un acabado brillante y dorado. Este paso es opcional, pero realmente mejora la apariencia del pan, dándole un aspecto profesional y apetecible.
6. Hornea el pan
Hornea el pan en el horno precalentado durante 20-22 minutos, o hasta que el pan esté dorado y suene hueco al golpearlo en la base. Este sonido es una señal de que el pan está perfectamente cocido por dentro. Si prefieres un pan con una corteza más suave, puedes cubrirlo ligeramente con papel de aluminio a mitad de cocción.
Una vez horneado, retira el pan del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla. Esto evitará que la base se empape y mantendrá la textura esponjosa del pan. Es tentador cortar el pan inmediatamente, pero dejarlo enfriar permite que la miga se asiente y que los sabores se desarrollen completamente.
Sugerencias para servir
Este pan de leche es perfecto para disfrutarlo solo, con un poco de mantequilla o mermelada. También es ideal para sándwiches o para acompañar cualquier comida. Su sabor suave y textura esponjosa lo convierten en un pan versátil y delicioso que se convertirá en un favorito en tu hogar.
Información nutricional
- Porciones: 6
- Calorías por porción: 290 kcal
- Grasas: 10 g
- Carbohidratos: 40 g
- Proteínas: 6 g
Este pan de leche no solo es delicioso, sino también relativamente bajo en calorías, lo que lo convierte en una opción excelente para disfrutar sin culpa.