Los pasteles caseros siempre tienen un lugar especial en nuestros corazones y mesas. Nada se compara con el aroma de un pastel recién horneado que llena toda la casa de calidez y anticipación. Este pastel en particular se destaca no solo por su sabor exquisito, sino también por su textura esponjosa y su deliciosa crema. Es un postre que, una vez que lo pruebes, querrás hacerlo todos los días. Vamos a sumergirnos en esta receta que es tan detallada y fácil de seguir que incluso los principiantes pueden lograr un resultado profesional.
Historia del Pastel
La receta de este pastel tiene raíces profundas en la repostería europea tradicional, específicamente en la región donde la mantequilla y la vainilla son protagonistas. A lo largo de los años, se ha perfeccionado y adaptado, integrando técnicas modernas y sabores refinados. Este pastel no solo es un deleite para el paladar, sino que también representa una conexión con las tradiciones culinarias del viejo continente.
Ingredientes
Para la masa:
- 150 g de harina de trigo
- 100 ml de agua
- 100 ml de leche
- 80 gramos de mantequilla
- 4 huevos
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1/2 cucharadita de sal
Para la crema:
- 500 ml de leche
- 150 g de azúcar granulada
- 100 g de harina de trigo
- 2 huevos
- 170 gramos de mantequilla
- 2 paquetes de azúcar de vainilla
Para decorar:
- Azúcar glass
- Glaseado de caramelo
- Nata montada
Instrucciones
Preparación de la masa
- Calentar los líquidos y la mantequilla: Vierta el agua y la leche en una olla. Agregue la mantequilla y caliente a fuego medio hasta que la mantequilla se derrita y la mezcla comience a hervir.
- Incorporar la harina: Añada la harina mezclada con la sal y la levadura en polvo. Cocine durante unos 4 minutos, revolviendo constantemente hasta obtener una masa homogénea.
- Dejar enfriar la masa: Retire la olla del fuego y deje enfriar un poco la masa.
- Agregar los huevos: Incorpore los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición para asegurar que la masa quede bien integrada.
- Dividir la masa: Divida la masa en dos partes iguales.
- Preparar para hornear: Prepare una fuente para horno redonda con un diámetro de 24 cm. Forre el fondo con papel de horno y vierta la mitad de la masa en la fuente.
- Hornear: Hornee en un horno precalentado a 200 grados Celsius durante 20 minutos. Repita el proceso con la segunda mitad de la masa.
- Dejar enfriar: Una vez horneadas ambas partes, déjelas enfriar completamente.
Preparación de la crema
- Mezclar ingredientes secos y húmedos: En una olla, mezcle el azúcar, la harina y los huevos con la leche.
- Cocinar la mezcla: Cocine a fuego medio, revolviendo constantemente hasta que la mezcla espese y se convierta en una papilla.
- Enfriar la papilla: Cubra la papilla con papel de aluminio y deje enfriar a temperatura ambiente.
- Batir la mantequilla: En un bol, bata la mantequilla junto con el azúcar de vainilla hasta que esté espumosa.
- Incorporar la papilla: Añada la papilla enfriada a la mantequilla batida, mezclando bien hasta obtener una crema homogénea.
Montaje del pastel
- Primera capa: Coloque una parte de la masa horneada en el molde para hornear.
- Agregar la crema: Vierta la crema preparada sobre la masa.
- Segunda capa: Coloque la segunda parte de la masa encima de la crema y presione suavemente.
- Refrigerar: Coloque el pastel en el frigorífico para que cuaje durante al menos 2 horas.
Decoración
- Toques finales: Antes de servir, espolvoree con azúcar glass, decore con nata montada o unte con glaseado de caramelo según su preferencia.
Conclusión
Este pastel casero es una verdadera joya culinaria que no solo encantará a tu familia y amigos, sino que también se convertirá en tu receta favorita. La combinación de su masa esponjosa con la crema suave y los decorativos finales hacen de este postre una obra maestra que querrás preparar una y otra vez. ¡Anímate a probar esta receta y disfruta del placer de hornear en casa!