Galletas de Almendras y Agua de Azahar: El Sabor de la Repostería Mediterránea

La tradición de las galletas de almendra nos transporta directamente a las costas del Mediterráneo, donde el cultivo del almendro ha florecido durante milenios. Esta receta, perfumada con agua de azahar, tiene sus raíces en la repostería árabe-andaluza, que influyó profundamente en la gastronomía europea desde el siglo VIII.

Ingredientes (Para 30 medialunas)

  • 360 g de almendras molidas
  • 200 g de azúcar blanco fino
  • 3 claras de huevo grandes (aproximadamente 90 g)
  • 5 ml de agua de azahar
  • 2,5 ml de extracto natural de almendras
  • 150 g de azúcar glass para rebozar

Preparación Detallada

1. Mise en Place

Comienzo preparando el espacio de trabajo, asegurándome de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente. Precaliento el horno a 150°C con calor arriba y abajo, y forro dos bandejas con papel de hornear.

2. Preparación de la Base

En un recipiente amplio, mezclo las almendras molidas con el azúcar. Es importante que las almendras estén finamente molidas pero no hasta el punto de liberar sus aceites naturales, lo que podría afectar la textura final de nuestras galletas.

3. Preparación de las Claras

En un bol limpio y completamente seco, bato las claras de huevo hasta obtener una textura espumosa pero no firme. Este punto es crucial: necesitamos que las claras estén suficientemente batidas para dar estructura, pero no tanto como para hacer merengue.

4. Incorporación de Aromas

Añado con delicadeza el agua de azahar y el extracto de almendras a las claras batidas. El agua de azahar, un ingrediente emblemático de la repostería mediterránea, aporta un aroma sutil y floral que complementa perfectamente el sabor de las almendras.

5. Integración de Ingredientes

Incorporo la mezcla de claras aromatizadas a los ingredientes secos, trabajando la masa con movimientos envolventes hasta obtener una pasta homogénea y manejable. La textura debe ser similar a la del mazapán suave.

6. Reposo

Cubro la masa con film transparente y la refrigero durante 30 minutos. Este paso es esencial para que la masa se asiente y sea más fácil de modelar.

7. Formado de las Medialunas

Con las manos ligeramente humedecidas, tomo porciones de aproximadamente 25 g de masa y las modelo en forma de medialuna. Este es un paso que requiere paciencia y delicadeza para conseguir formas uniformes y elegantes.

8. Acabado y Horneado

Paso cada medialuna por abundante azúcar glass, asegurándome de que queden bien cubiertas. Las coloco en las bandejas preparadas, dejando espacio suficiente entre ellas.

Horneo durante 15-18 minutos, vigilando atentamente. Las galletas deben quedar ligeramente doradas en la base pero mantener su color claro en la superficie.

Información Nutricional (por galleta)

  • Calorías: 115 kcal
  • Proteínas: 3,2 g
  • Carbohidratos: 11,5 g
  • Grasas: 7,2 g
  • Fibra: 1,5 g
  • Azúcares: 9,8 g

Consejos de Experto

  • La calidad del agua de azahar es fundamental: busco siempre una marca de confianza y uso la cantidad justa para no sobrecargar el sabor.
  • El punto de horneado es crucial: las galletas deben mantener su textura tierna en el interior.
  • Para un acabado más elegante, puedo espolvorear azúcar glass adicional sobre las galletas una vez frías.
  • La temperatura del horno debe ser constante; evito abrir la puerta durante el horneado.

Conservación y Presentación

Estas delicadas medialunas se conservan perfectamente durante 5-7 días en un recipiente hermético, separadas por capas de papel de hornear. Para servir, las dispongo en un plato elegante, creando un patrón circular que resalte su forma de medialuna.

El resultado es una galleta elegante y refinada, con una textura que se deshace en la boca y un sabor que combina la intensidad de la almendra con las sutiles notas florales del agua de azahar. Son perfectas para acompañar un té verde o un café aromático, y brillan especialmente en mesas de celebración o como regalo gourmand.

Esta receta representa la perfecta fusión entre la tradición pastelera mediterránea y la elegancia de la repostería moderna, creando un dulce que es tanto un placer para el paladar como para la vista.