Estas exquisitas galletas, inspiradas en la refinada repostería persa, guardan siglos de historia entre sus delicados aromas. Originarias de los antiguos palacios de Isfahán, donde los maestros pasteleros perfeccionaban sus recetas para deleitar a la realeza, estas galletas combinan la suntuosidad del pistacho con la delicadeza del agua de rosas.
Ingredientes (Para 24 galletas)
- 300 g de pistachos pelados y molidos
- 120 g de azúcar glass
- 3 claras de huevo grandes
- 15 ml de agua de rosas de calidad
- 2 g de cardamomo molido fresco
- 100 g de pistachos triturados para decorar
- 100 g de azúcar glass adicional para recubrir
Preparación Detallada
1. Preparación Inicial
Comienzo precalentando el horno a 165°C con calor arriba y abajo. Forro dos bandejas con papel de hornear, preparándome para crear estas joyas de la repostería oriental.
2. Preparación de la Base Aromática
En un recipiente amplio, combino los pistachos molidos con el azúcar glass, tamizándolo previamente para garantizar una textura sedosa. Añado el cardamomo recién molido, cuyo aroma intenso nos transportará directamente a los bazares de Oriente Medio.
3. Montaje de las Claras
En un bol perfectamente limpio y seco, bato las claras de huevo hasta conseguir un punto de espuma suave. Este punto es crucial: necesitamos estructura pero sin llegar a formar picos firmes.
4. El Toque Real
Incorporo con delicadeza el agua de rosas a las claras montadas. Este ingrediente, más precioso que el oro en la antigüedad, aporta un perfume sublime que caracteriza la repostería de palacio.
5. La Unión Perfecta
Incorporo la mezcla de claras perfumadas a los ingredientes secos, trabajando la masa con movimientos envolventes y suaves. La textura debe ser similar a la de una pasta de almendras suave.
6. Reposo de la Realeza
Cubro la masa y la dejo reposar en el refrigerador durante una hora. Este paso permite que los aromas se intensifiquen y que la masa adquiera la consistencia perfecta.
7. El Arte del Modelado
Con manos ligeramente humedecidas, formo bolitas de aproximadamente 25 g cada una. Las paso primero por azúcar glass y luego por los pistachos triturados, creando un contraste de texturas digno de la mesa real.
8. La Transformación Final
Coloco las galletas en las bandejas preparadas, dejando espacio suficiente entre ellas. Horneo durante 12-15 minutos, hasta que estén ligeramente doradas en la base pero mantengan su precioso color verde pálido en la superficie.
Información Nutricional (por galleta)
- Calorías: 135 kcal
- Proteínas: 4,2 g
- Carbohidratos: 11,5 g
- Grasas: 8,8 g
- Fibra: 1,6 g
- Azúcares: 7,9 g
Secretos de la Realeza
- La calidad del agua de rosas es fundamental: debe ser pura y de grado culinario.
- El cardamomo debe molerse justo antes de usar para mantener su intenso aroma.
- Los pistachos idealmente deben ser de origen iraní o turco para obtener ese color verde intenso.
- La temperatura de las claras debe ser ambiente para un montado perfecto.
Conservación
Estas joyas de la repostería se mantienen perfectas durante 5 días en un recipiente hermético, separadas por capas de papel de hornear. Para mantener su textura exquisita, es importante almacenarlas en un lugar fresco y seco.
La Presentación Real
Para servir estas galletas de manera tradicional, las dispongo en un plato de porcelana fina, creando una presentación en espiral. Las acompaño con té negro perfumado con cardamomo o con café turco tradicional.
Estas galletas son mucho más que un simple dulce: son un viaje sensorial a los antiguos palacios persas, donde cada bocado cuenta una historia de refinamiento y tradición. Su textura, que combina la suavidad interior con el crujiente exterior de los pistachos, junto con el aroma embriagador del agua de rosas y el cardamomo, las convierte en un manjar verdaderamente real.
El secreto de su éxito radica en la calidad de los ingredientes y en la paciencia durante su preparación. Como dicen en Oriente: “La prisa es del diablo, la paciencia es de Alá”. Y estas galletas son, sin duda, un regalo divino.