La Tarta Milk Girl es un postre delicioso, ligero y perfecto para quienes desean disfrutar de algo dulce sin salirse de una dieta equilibrada. Esta receta es ideal porque no contiene harina, es baja en calorías, y utiliza alternativas sin azúcar para mantenerla saludable. A base de ricotta y leche, se consigue una textura suave y cremosa, con capas que se complementan a la perfección. Además, su proceso es simple, lo que la convierte en una opción rápida y fácil de preparar para cualquier ocasión.
Ingredientes (Para 6-8 personas)
Para el bizcocho:
- 3 huevos enteros
- 1 clara de huevo
- 1 cucharadita de edulcorante (Stevia u otra alternativa sin azúcar)
- 4 cucharadas (30 g) de leche en polvo
Para el relleno:
- 350 g de ricota
- 100 ml de leche (para disolver la gelatina)
- 5 g (1 cucharadita) de gelatina
- 200 ml de leche caliente
- Yogur al gusto (para diluir la ricota)
- Leche al gusto (para diluir el yogur)
- Extracto de vainilla al gusto
Para la decoración:
- Hojuelas de coco para decorar
Instrucciones paso a paso
1. Preparar el bizcocho
Precalienta el horno a 160°C (320°F) para asegurar que esté listo cuando introduzcamos el bizcocho.
Empieza separando en un bol grande 3 huevos enteros y 1 clara. Añade 1 cucharadita de edulcorante (como stevia) y bate la mezcla con una batidora eléctrica a velocidad alta durante unos 5 a 7 minutos. El objetivo es que los huevos adquieran una textura suave, esponjosa y aireada, ya que esto dará cuerpo al bizcocho sin necesidad de utilizar harina.
A continuación, añade suavemente 4 cucharadas de leche en polvo. Incorpórala con cuidado, preferiblemente con una espátula o a la velocidad más baja de la batidora, para evitar que la mezcla pierda volumen.
Prepara un molde para hornear cubriendo el fondo y los lados con papel de hornear, o utiliza un molde de silicona para evitar que se pegue. Vierte la mezcla en el molde y nivela la superficie.
Hornea el bizcocho durante 20-25 minutos o hasta que al introducir un palillo en el centro salga limpio. Cuando el bizcocho esté listo, apaga el horno y déjalo reposar dentro otros 5 minutos antes de retirarlo. Déjalo enfriar completamente antes de proceder al montaje.
2. Preparar el relleno
Mientras el bizcocho se hornea, es el momento de preparar el cremoso relleno de ricotta. En una cacerola pequeña, calienta suavemente 100 ml de leche y disuelve 5 g de gelatina, removiendo bien hasta que la gelatina esté completamente disuelta. Retira del fuego y deja que se enfríe ligeramente.
En un bol grande, mezcla 350 g de ricotta con un poco de yogur y un poco de leche para darle una consistencia más suave y fluida. Añade extracto de vainilla al gusto para darle un toque aromático. Bate todo con una batidora para asegurarte de que la mezcla quede homogénea y sin grumos.
Una vez que la mezcla de leche y gelatina se haya enfriado lo suficiente para no cuajar de inmediato, pero esté aún líquida, viértela lentamente sobre la mezcla de ricotta, batiendo bien para integrarla completamente. Esto le dará al relleno una textura más firme cuando enfríe, pero mantendrá su suavidad característica.
3. Armar la tarta
Con el bizcocho ya frío, esparce el relleno de ricotta uniformemente sobre la superficie del bizcocho, asegurándote de cubrir bien toda la superficie.
En la misma cacerola utilizada para la primera gelatina, disuelve otros 5 g de gelatina en 100 ml de leche. Luego, añade 200 ml de leche caliente, mezclando bien para obtener una capa de gelatina de leche. Vierte esta mezcla sobre la capa de ricotta, asegurándote de que cubra uniformemente la superficie del pastel.
4. Enfriar y decorar
Coloca la tarta en el frigorífico y deja enfriar durante al menos 1-2 horas, o hasta que la capa de gelatina se haya solidificado completamente. Este paso es crucial para que el pastel tome consistencia y se pueda cortar fácilmente.
Para darle un toque decorativo, espolvorea hojuelas de coco sobre la superficie de la tarta justo antes de servir. Las hojuelas añaden un toque de sabor tropical y una textura crujiente que contrasta con la suavidad del relleno.
5. Servir
Cuando la tarta esté fría y lista, córtala en rodajas y sirve. Es perfecta como un postre ligero y bajo en calorías, o como un snack saludable para acompañar una taza de té o café. A pesar de ser un pastel sin azúcar y sin harina, el sabor cremoso y dulce te hará olvidar que es una opción “libre de culpa”.
Información nutricional (por porción)
- Calorías: 120 kcal
- Grasas: 6 g
- Carbohidratos netos: 5 g (dependiendo del edulcorante y yogur utilizados)
- Proteínas: 10 g
- Fibra: 1 g
Este postre es ideal para quienes buscan una alternativa saludable a los dulces tradicionales, ya que no contiene azúcar añadido y está hecho sin harina. La mezcla de ricotta, leche y gelatina ofrece una textura suave y firme, con un sabor que te permitirá disfrutar de un postre sin culpas. Perfecto para dietas bajas en calorías o para aquellos que siguen una alimentación saludable. ¡Disfruta cada bocado de esta Tarta Milk Girl!